El lunes 6 de febrero de 2023 se convirtió en una fecha de luto nacional en dos naciones europeas: Turquía y Siria, después de que un terremoto de 7.8 en la escala de Richter trajera consigo el derrumbe de más de 5,600 edificios y la pérdida de más de 23,700 vidas. Dejando como consecuencia un escenario devastador, lleno de tragedia y dolor, y que ha generado que la comunidad internacional, en un acto solidario y compasivo, mande ayuda en todas las formas posibles.
Por supuesto, México no ha sido la excepción y ha mandado brigadas de rescatistas y binomios caninos para que apoyen en los esfuerzos por encontrar la mayor cantidad de sobrevivientes, pero no ha quedado solo ahí, también se han instalado diversos centros de acopio en los que las muestras de solidaridad no han faltado, sobrepasando la capacidad en varios de ellos.
Esto no es de extrañar, nuestro país siempre se ha caracterizado por tener un gran sentido de solidaridad, y se debe en gran medida a que hemos vivido situaciones similares, no podemos olvidar los terremotos de 1985 y 2017. Recordar las vidas perdidas y lo difícil que fue recuperarnos en esos momentos, nos hace sentir una enorme empatía por lo que están viviendo millones de turcos y sirios en este momento, y nos hace valorar todos los aprendizajes que nos ha dejado tanta adversidad.
Dentro de los aprendizajes más valiosos que hemos tenido es la cultura de la prevención y es que, actualmente, las normativas de construcción se han vuelto mucho más estrictas, con la intención de garantizar la seguridad de quienes habitan en esos espacios, y también se ha trabajado constantemente en prepararnos para poder reaccionar de manera adecuada, la cultura de protección civil es definitivamente una de las mejores formas para reducir los riesgos. Y siempre es recomendable contar con un seguro de hogar que proteja tu patrimonio ante este y otros fenómenos de la naturaleza.
Aprovechando que hemos tenido oportunidad de recordar que no podemos controlar cuándo y cómo ocurren los desastres naturales, es importante recordar algunas de las medidas que permiten protegernos y a nuestros seres queridos:
- Es necesario tener un plan familiar para poder actuar en cualquier emergencia, determinando puntos de reunión y protocolos de acción, sin importar si estamos en casa, trabajo o escuela.
- Si vivimos en algún edificio o conjunto habitacional, es importante conocer el Programa Interno de Protección Civil, y si no se cuenta con uno, solicitar que se elabore y comparta con todos los vecinos.
- Debemos revisar con frecuencia el estado de nuestra casa o departamento, buscando si existen algunos daños como grietas, hundimientos o fisuras, y en caso de encontrar algunas, tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad estructural del inmueble.
- Participar de manera responsable y constante en todos los simulacros, y reportar fallas en los sistemas de alertamiento, para saber cómo actuar ante una emergencia, no hay nada mejor que tener la tranquilidad de saber qué hacer y cómo ponernos seguros y a los que nos rodean.
- Identificar las zonas de menor riesgo y rutas de evacuación de cualquier lugar al que ingresemos. No importa si es el cine o el aeropuerto, ya que debemos saber siempre cuáles son los espacios en los que estaremos seguros y cómo llegar a ellos, más cuando no los conocemos o no los visitamos con frecuencia.
- Preparar una maleta de vida, que tenga por lo menos: duplicado de las llaves del automóvil y dinero extra, linterna y pilas, radio con pilas, botiquín de primeros auxilios, tratamientos especiales de las personas que médicamente los requieran, alimentos no perecederos, botellas de agua, abrelatas, papel higiénico y productos básicos de higiene personal, bancos de energía y teléfonos de emergencia. Si tenemos documentos personales, ponerlos en una bolsa impermeabilizable, o tener un respaldo digital de los mismos.
No se pueden predecir todos los desastres naturales, por lo que estas simples seis medidas permiten que, ante cualquier emergencia, podamos poner a salvo lo más importante y valioso que tenemos: nuestras vidas y las de los que nos rodean.
